Los sensores son una parte fundamental de cualquier sistema de alarma. Su función principal es detectar actividades sospechosas o accesos no autorizados y activar el sistema de alarma para proteger tu hogar o negocio. Existen varios tipos de sensores, pero dos de los más comunes son los sensores PIR (Infrarrojos Pasivos) y los sensores magnéticos para puertas y ventanas. En este tutorial, te explicaremos cómo funcionan estos sensores, sus aplicaciones y características según su ubicación (interior o exterior) y el tipo de instalación (inalámbrico o cableado).
Los sensores PIR detectan cambios en la radiación infrarroja que emiten los cuerpos en movimiento, como personas o animales. Cuando un cuerpo caliente pasa frente al sensor, este detecta la variación en la temperatura y envía una señal al panel de alarma para activar la alerta. Esta tecnología es muy efectiva para detectar movimientos en un área específica y es ampliamente utilizada en sistemas de seguridad.
Cobertura de detección: Los sensores PIR suelen cubrir un área en forma de abanico, con un ángulo de detección que puede variar entre 90° y 180°, dependiendo del modelo y ubicación. También pueden detectar movimiento en un rango de distancia que típicamente varía entre 5 y 15 metros.
Sensores Dual-Tech: Algunos sensores PIR combinan la tecnología infrarroja con otras, como microondas, para reducir las falsas alarmas. Los sensores dual-tech activan la alarma solo si ambas tecnologías detectan un movimiento, lo que aumenta la precisión.
Protección contra mascotas: Muchos sensores PIR para interiores cuentan con una función de "protección contra mascotas", que permite ignorar el movimiento de animales pequeños (generalmente hasta 25 kg) para evitar falsas alarmas.
Resistencia a interferencias: Los sensores PIR avanzados incluyen protección contra interferencias electromagnéticas y de radiofrecuencia, lo que asegura su funcionamiento estable en ambientes con equipos electrónicos cercanos.
Interiores: Son ideales para monitorear áreas comunes dentro de una casa, como salas de estar, pasillos o entradas. Suelen ser más compactos y estéticamente agradables para integrarse fácilmente en el entorno.
Exteriores: Los sensores PIR para exteriores están diseñados para ser más robustos, resistiendo condiciones climáticas adversas como lluvia, viento, o cambios bruscos de temperatura. Son utilizados en patios, jardines o áreas de acceso exterior.
Inalámbricos: Funcionan mediante señales de radiofrecuencia, comúnmente en la banda de 433 MHz. Son fáciles de instalar, ya que no requieren cableado, lo que los hace ideales para instalaciones rápidas o donde el cableado es complicado.
Cableados: Requieren de un cable físico que conecte el sensor al panel de alarma. Aunque la instalación puede ser más laboriosa, ofrecen una conexión más estable y sin riesgo de interferencias.
Los sensores magnéticos consisten en dos componentes: un imán y un interruptor. Uno de los componentes se coloca en la puerta o ventana, y el otro en el marco. Cuando la puerta o ventana se abre, el imán se separa del interruptor, lo que rompe el circuito y envía una señal al panel de alarma, activando la alerta.
Detección de intrusión: Estos sensores son esenciales para detectar accesos no autorizados a través de puertas y ventanas, que son los puntos de entrada más comunes en robos.
Montaje discreto: Generalmente, los sensores magnéticos son pequeños y discretos, lo que permite su instalación sin afectar la estética del hogar o negocio.
Sensores de alto impacto: Algunos sensores magnéticos están diseñados para resistir intentos de sabotaje, como golpes o intentos de desactivación. Estos sensores son más robustos y están hechos de materiales resistentes.
Aplicaciones especiales: Además de puertas y ventanas, los sensores magnéticos pueden ser utilizados en gabinetes, cajas fuertes o cualquier otra área que necesite estar asegurada.
Interiores: Se utilizan en puertas, ventanas y otros puntos de acceso dentro del hogar o negocio. Son esenciales para detectar cualquier intento de intrusión a través de estas entradas.
Exteriores: Los sensores magnéticos para exteriores deben ser resistentes a la intemperie, con protección contra la humedad, el polvo y cambios extremos de temperatura. Se utilizan en puertas de garaje, portones o ventanas exteriores.
Inalámbricos: Estos sensores se comunican con el panel de alarma mediante señales de radiofrecuencia, permitiendo una instalación rápida y sin cables. Son ideales para instalaciones en lugares donde el cableado es difícil o indeseable.
Cableados: Requieren un cable físico que conecte el sensor al panel de alarma. Ofrecen una señal estable y confiable, adecuada para instalaciones permanentes donde la durabilidad es clave.
Sensores para interiores: Son generalmente más compactos y menos expuestos a factores ambientales, lo que permite un diseño más estético y discreto. Están optimizados para detectar movimientos y aperturas en un entorno controlado y cerrado.
Sensores para exteriores: Son más grandes y robustos para soportar condiciones climáticas adversas. Estos sensores suelen estar equipados con filtros adicionales para evitar falsas alarmas causadas por el clima o animales pequeños.
Sensores inalámbricos: Ofrecen la ventaja de una instalación más simple y flexible. Son ideales para lugares donde no se desea o no es posible realizar cableado. Sin embargo, dependen de baterías y pueden estar sujetos a interferencias de señales.
Sensores Ccbleados: Proporcionan una conexión más estable y confiable, sin riesgo de interferencias. Son más adecuados para instalaciones permanentes donde se puede realizar el cableado. Aunque su instalación es más compleja, no requieren mantenimiento frecuente en cuanto a cambio de baterías.
Al elegir sensores para tu sistema de alarma, es importante comprender las diferencias entre los sensores PIR y los magnéticos, así como las características que ofrecen para aplicaciones en interiores y exteriores, y en versiones inalámbricas y cableadas. Considerar el entorno y las necesidades específicas de seguridad de tu hogar o negocio te ayudará a seleccionar los sensores adecuados para proteger tus espacios de manera efectiva y confiable.
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